La hipermetropía provoca que no se vean nítidos los objetos cercanos especialmente, aunque también puede afectar a la visión de lejos. Puede aparecer tanto en niños como en jóvenes o adultos. Cuando la hipermetropía no se corrige de forma adecuada puede provocar dolores de cabeza o fatiga ocular. Pero, ¿cómo puedes evitarlo? ¡Sigue leyendo y te daremos todas las respuestas!

¿Cómo afecta la hipermetropía y cómo la puedes corregir?

 Casi todos los bebés nacen hipermétropes, porque su sistema visual aún está inmaduro. A medida que el bebé crece, también lo hacen sus ojos y normalmente esa graduación desaparece a lo largo de la infancia. Sin embargo, hay veces que la graduación es elevada y tiene asociado un estrabismo (que se tuerza un ojo). Otras veces, si la graduación es muy diferente entre los dos ojos, puede provocar que el ojo de más graduación se desarrolle peor, lo que comúnmente se llama “ojo vago”. Por eso conviene revisar a los niños en los primeros meses de vida, para prevenir este tipo de problemas.

La hipermetropía afecta al 30% de los españoles. En los niños y jóvenes muchas veces no hay síntomas, porque sus ojos compensan la graduación haciendo un esfuerzo de enfoque. Además, en ciertos casos la hipermetropía aparece combinada con astigmatismo. Sin embargo, este esfuerzo continuado puede provocar síntomas como fatiga visual, picor de ojos o dolores de cabeza. Por eso, si observas estas señales, te recomendamos que acudas a tu óptico optometrista para que te proponga la mejor solución para tu caso.

Si eres hipermétrope conviene que revises tu visión con regularidad para evitar los síntomas que te hemos comentado anteriormente. Además los ojos hipermétropes, que suelen tener una longitud menor, tienen más riesgo de padecer un tipo de glaucoma que se denomina “de ángulo cerrado”. Por eso conviene que midas la tensión intraocular en tu óptica o en el oftalmólogo para descartar cualquier complicación.

Una vez detectada la hipermetropía, debes poner remedio. El tratamiento debe ser individualizado y tu óptico optometrista te ayudará a optar por el medio que se adapte mejor a ti y a tus necesidades. La opción más conocida es la de las gafas o las lentillas. Incluso se están desarrollando lentillas nocturnas con las que se duerme, y al día siguiente ves bien sin gafas ni lentillas.

También tienes la opción de la cirugía, aunque conviene que tu graduación haya permanecido estable durante unos cuantos años para reducir la posibilidad de que reaparezca la graduación. Normalmente utilizan LÁSER para la intervención aunque en los últimos años han desarrollado técnicas nuevas que emplean lentes intraoculares.

En el caso de los mayores de 40 años, la hipermetropía puede confundirse con la famosa vista cansada. Esta se produce cuando el cristalino pierde capacidad de enfoque por el paso del tiempo.

Ahora ya sabes todas las opciones de tratamiento que tienes. ¿Cuál es la que mejor se adapta a ti?