Terapia Visual

El concepto de Terapia Visual que entendemos como Optometristas Comportamentales va mucho mas allá de lo que pudiera imaginarse como “gimnasia para los ojos”. Es un concepto global, holístico.

En función de los resultados obtenidos en el Examen Optométrico de Percepción y Procesamiento de la Información Visual y de las necesidades escolares, académicas, laborales o de ocio del paciente, el optometrista prepara un programa personalizado de ejercicios, orientado a desarrollar y potenciar al máximo las habilidades visuales y la integración de dichas habilidades con el resto de los sentidos:

Auditivo, equilibrio, ritmo…, de manera que conseguimos cambiar la manera de utilizar el sistema visual y en consecuencia mejoramos el rendimiento escolar/laboral, deportivo… además de eliminar o reducir los síntomas que presenta inicialmente el paciente. Es decir, creamos nuevas conexiones neuronales, creamos una nueva manera de ver. Al finalizar el programa, a través de la repetición de dichos ejercicios, habremos conseguido automatizar e integrar dichos cambios, y estos formarán parte ya del paciente sin que tenga que hacer nada para mantenerlos y sin miedo a que los problemas vuelvan a aparecer.

¿Qué habilidades puede trabajar un programa de Terapia Visual Comportamental?

La acomodación es la capacidad del ojo para poder enfocar (ver nítido) a la distancia a la que miramos. En un sistema visual eficaz debe existir una buena:

  • Flexibilidad de enfoque para hacer cambios de enfoque de cerca-lejos y lejos-cerca de una manera rápida y eficaz.
  • Amplitud de acomodación para poder mantener durante un rato prolongado tareas de cerca sin cansarnos.

Cuando nuestro cerebro no envía la orden adecuada, la musculatura encargada para ello no se contrae o relaja lo suficiente y pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Visión borrosa.
  • Fatiga visual o dolores de cabeza durante o después de la lectoescritura.
  • Aumento del tiempo necesario para copiar de la pizarra.
  • Evitar el trabajo de cerca.
  • Comprensión lectora reducida.

La terapia visual trabaja ejercicios para igualar la capacidad de enfoque de cada ojo y conseguir un enfoque eficaz y sostenido binocular (con los dos ojos a la vez) a cualquier distancia.

La oculomotricidad es la capacidad de mover los ojos de una manera suave y precisa para seguir un objeto en movimiento, leer un texto o cambiar la mirada entre un objeto y otro (la pizarra y el pupitre, papel y pantalla del ordenador). Existen dos tipos de movimientos:

  • Seguimientos: para seguir un objeto en movimiento.
  • Sacádicos: para saltar de manera precisa de un objeto a otro.

Unos movimientos oculares bien integrados permiten rapidez y precisión para cambiar de línea en la lectura, para cambiar la mirada entre la pizarra y el pupitre y son fundamentales en la práctica de deportes que requieran de este tipo de habilidades.

El Control Oculomotor está muy relacionado con el Sostenimiento de la Atención, Atención Dividida (capacidad de realizar varias actividades simultáneamente) y de la habilidad de filtrar la información, para poder mantener la atención adecuada.

Los problemas de oculomotricidad son muy frecuentes sobre todo en niños con problemas de aprendizaje y déficit de atención. Los síntomas asociados son los siguientes:

  • Usar el dedo como marcador.
  • Perderse al leer.
  • Equivocarse al copiar.
  • Omitir palabras al leer.
  • Lectura lenta.
  • Baja comprensión lectora.
  • Dificultad para golpear y recoger la pelota.

La Terapia Visual trabaja para conseguir que el paciente mueva sus ojos de manera suave y precisa sin esfuerzo, consiguiendo mejorar en velocidad y comprensión lectora, rendimiento escolar y deportivo.

La Binocularidad es la capacidad visual para que los dos ojos trabajen simultáneamente de una manera precisa y coordinada, proporcionando una visión confortable. Para conseguir esto los ojos deben tener habilidades similares para poder trabajar como si fueran uno solo. Un control inadecuado de la binocularidad puede producir los siguientes síntomas:

  • Desvío de uno o ambos ojos (estrabismo).
  • Visión doble.
  • Visión en 3 Dimensiones (estereopsis) reducida.
  • Supresión de la visión de un ojo.
  • Fatiga visual o dolores de cabeza.
  • Evitar el trabajo de cerca.
  • Comprensión lectora reducida.

La terapia visual a través de ejercicios monoculares (un sólo ojo) permite que cada ojo desarrolle al máximo sus habilidades visuales individualmente y a través de ejercicios binoculares consigue potenciar al máximo el trabajo coordinado de ambos ojos y la tridimensionalidad.

La cognición es la capacidad de procesar la información a partir de la percepción y el conocimiento adquirido. Esto permite interpretar, procesar y formar modelos que representan nuestra realidad. Ante una cognición deficiente podemos encontrarnos con los siguientes síntomas:

  • Problemas dando o recibiendo órdenes.
  • Dificultades con la lectura y matemáticas.
  • Dificultades con el espacio-tiempo.
  • Razonamiento y resolución de problemas.
  • Comportamiento inmaduro.
  • Falta de confianza.
  • Estrategias compensatorias frente a la comprensión del concepto…

En la Terapia Visual no pretendemos que el paciente memorice ejercicios. Se pretende que a través de las experiencias que le ofrecen los ejercicios y su cognición, pueda formar nuevos esquemas que le permitan tener un mayor desarrollo a todos los niveles.

El pensamiento visual es la relación entre el movimiento y la visión. Existen tres ejes sobre los que se basa cualquier movimiento: horizontal, vertical y transversal. El entendimiento de estos 3 ejes va a definir el conocimiento del espacio interno del paciente y esto le podrá permitir un mejor conocimiento del espacio externo y su relación con él. Un pensamiento visual mal estructurado puede provocar los siguientes síntomas:

  • Problemas de copia.
  • Problemas de giros.
  • Problemas de inversiones.

En la Terapia Visual trabajamos con juegos para que el paciente entienda en su propio cuerpo los giros sobre los tres ejes, posteriormente trabajamos la proyección en el espacio de giros sobre estos ejes individualmente y, por último, con combinaciones de los mismos. Esto es muy importante para el desarrollo de las matemáticas.

El pensamiento matemático es la capacidad de manejar números y cantidades de manera lógica. Es importante tener un concepto de número y una imagen que lo represente, en lugar de recitarlos de memoria sin saber lo que significan. Una vez conseguido esto, la lectura numérica es la capacidad para leer y escribir números, y para ello cada posición o localización de un número tiene un valor. Es importante tener el conocimiento del valor de la posición, en lugar de memorizarlo. De esta manera, podemos realmente entender el valor de un número y operar con ellos.

Los profesores pueden preguntarse por qué nosotros hacemos este trabajo, y es porque en realidad, estos conceptos son visuales. Estos símbolos tienen que generar una imagen para que seamos capaces de entenderlos a través de la visualización. Cuando no existe un buen pensamiento matemático, observaremos un bajo rendimiento en las matemáticas por mucho tiempo que se les dedique. Si imaginamos un niño que no tiene claro el concepto de número, difícilmente podrá leerlos y mucho menos operar con ellos.

La Terapia Visual trabaja para que el paciente sea capaz de tener una idea clara de lo que es un número, una fracción, una división, una multiplicación… para que las matemáticas no sean memorizadas, sino entendidas como concepto y sea capaz de visualizarlo.

La integración visuomotora es la sincronización del ojo con el resto del cuerpo. Es decir, nuestra visión hace de guía ofreciendo una información al resto del cuerpo para que los movimientos sean exactos y precisos. Está muy relacionado con la binocularidad, y es fundamental en habilidades escolares como la escritura, recortar, colorear, copiar… y deportivas: golpear, encestar, chutar… Una integración visuomotora deficiente puede provocar los siguientes síntomas:

  • Escritura pobre.
  • Psicomotricidad fina deficiente.
  • Bajo rendimiento deportivo.

La Terapia Visual consigue mejorar esta habilidad a través de ejercicios de:

  • Psicomotricidad gruesa: con juegos de pelota donde hay que encestar, golpear…
  • Psicomotricidad fina: mejorando la habilidad de nuestros dedos (nuestra pinza fundamental en cualquier actividad manual de precisión) y a través de ejercicios de coordinación ojo-mano.

No esperes más y revisa tu vista

PEDIR CITA