La mala ortografía, una dificultosa comprensión lectora o la imposibilidad de copiar o memorizar textos pueden esconder problemas de percepción y eficacia visual. Para corregir esto, los especialistas realizan terapias en los más pequeños con el fin de mejorar su vista. ¡Mejora el rendimiento de tu hijo mediante estos ejercicios personalizados!
¿En qué consiste la terapia visual?
Es un programa de actividades visuales no quirúrgicas, personalizado y supervisado por un especialista, diseñado para enmendar las habilidades afectadas o mejorarlas. Podrías pensar: “bueno, para eso ya están las gafas o las lentillas”. Sin embargo, éstas solo compensan los problemas de visión, mientras que la terapia busca “enseñar” al sistema visual a corregirse a sí mismo.
Este proceso incluye el uso de lentes, prismas, filtros y actividades asistidas por computadora. Otros dispositivos como tablas de equilibrio o metrónomos también pueden desempeñar un papel importante. Aunque se recomienda acudir a terapia visual a cualquier edad, es fundamental en los más pequeños, ya que es algo que repercute directamente en el rendimiento escolar. Conseguirás que tu hijo cuente con una visión binocular cómoda y nítida.
¿Qué puede solucionar la terapia visual?
Ambliopía u ojo vago. Se trata de un problema de desarrollo de la visión en un ojo, el cual no logra alcanzar la agudeza visual normal. Es una afección que aparece cuando las vías nerviosas entre el cerebro y el órgano ocular no se estimulan adecuadamente. Normalmente, se da durante la primera infancia.
Estrabismo. Una desviación de los ejes visuales de los ojos, algo que impide que ambos vayan en la misma dirección. Suele darse en los primeros años de vida y, si no se corrige, puede afectar a la visión. El éxito de la terapia visual ante esta afección depende de la dirección, magnitud y frecuencia de la vuelta de los ojos.
Fatiga visual. Con este proceso personalizado se puede minimizar y corregir los problemas de fatiga en ambos ojos durante la lectura.
Trastornos del movimiento ocular. La terapia puede mejorar la precisión de los movimientos oculares durante la lectura y otras tareas de primer plano.
Otros problemas. La terapia visual también puede ser efectiva en trastornos de percepción visual o problemas de visión asociados con discapacidades del desarrollo, entre otros.
Como habrás comprobado, mejorarás la calidad visual de tu pequeño a través de una serie de ejercicios con los que potenciarás al máximo su rendimiento. Además de prevenir futuros problemas. Si crees que este tipo de terapia puede ayudar a tu hijo, no dudes en contactar con nosotros.