A pesar de su importancia para nuestra salud ocular, la mayoría de las personas no estamos familiarizadas con las posibilidades que existen para el correcto cuidado de las lentes de contacto y la hidratación de nuestros ojos. Si tú también te encuentras en este selecto club, en el siguiente post descubrirás qué líquido es más válido para tus lentillas. ¡Protege tu vista con nuestras recomendaciones!

¿Qué debes saber sobre el líquido de lentillas?

Es un accesorio imprescindible con la compra de lentes de contacto. Gracias a él conseguirás un mantenimiento de las mismas, de no ser así no podrías disfrutar de su uso. ¿El motivo? Podrías contraer algún tipo de infección en tus ojos por la falta de higiene.

Este tipo de líquidos cumplen la función de limpiar, aclarar, desinfectar, hidratar y conservar la lente para disfrutar de la máxima comodidad y seguridad. Existen diferentes tipologías a elegir según sus características:

Soluciones salinas. Permiten enjuagar las lentes de contacto después de limpiarlas y prepararlas para la inserción. No desinfectan, pero disuelven las tabletas enzimáticas.

Soluciones únicas. Son utilizadas principalmente para lentillas mensuales o quincenales con la finalidad de limpiarlas y guardarlas tras su uso. Aseguran que éstas queden limpias de proteínas y otros residuos que pueden llegar a irritar tus ojos.

Jabón limpiador. Se emplea para una limpieza superior, como por ejemplo para eliminar restos de grasa y depósitos que se hayan podido quedar adheridos a la lentilla. Es compatible con la solución única.

Soluciones de peróxido. Las más recomendadas para aquellos clientes que necesitan una limpieza más profunda. Un peróxido nunca puede entrar en contacto directo con tu ojo sin antes haber sido neutralizado. Es de vital importancia que sigas todas las instrucciones y sugerencias de cada producto y marca. Aclara siempre tus lentes de contacto con solución salina cuando nuestro sistema de limpieza sea un peróxido.

El método de utilización recomendado del líquido, según diversos especialistas, pasa por “frotar y enjuagar”, sin olvidar que es imprescindible lavarse las manos antes de este proceso con agua y jabón.

Recuerda que debes mantener cerrada la botella que porta el líquido de lentillas una vez que la hayas abierto, así evitarás la contaminación del mismo. No debes traspasarlo a otros envases más pequeños con el fin de facilitar su movilidad, ya que se perdería su esterilidad.

Cada ojo y cada lentilla son diferentes, por lo que el mejor consejo es que te dejes asesorar por tu óptico. Hay muchas opciones para que cuides bien tu vista, así que no te lo tomes a la ligera. ¡Solo tienes dos ojos!