A pesar de que la visión es uno de los sentidos más valorados, casi no le prestamos atención y a veces no la cuidamos como se merece. Hoy vamos a ocuparnos de los ojos, que son los órganos que recogen La Luz, es decir, son el primer eslabón en la compleja vía visual.  ¿Cuidas bien tus ojos? ¿Te preocupas por su bienestar? En este post te mostraremos qué rutinas puedes incluir en tu día a día para proporcionarles una buena higiene. ¡No te lo pierdas!

¿Cómo cuidar tus ojos diariamente?

Hay que tener en cuenta que los ojos, especialmente en las ciudades, están expuestos a sustancias irritantes. Los rayos ultravioleta, la contaminación, el polvo pueden provocar molestias oculares al final del día. Por eso, es importante mantener una buena higiene ocular a diario para prevenir posibles problemas como sequedad o infecciones.

Limpia tus ojos. Si has estado en ambientes cargados o con mucho polvo o sequedad, conviene que enjuagues los párpados con agua un par de veces al día para evitar que esas partículas entren en los ojos.

Utiliza productos adecuados. Si no es suficiente con agua, puedes utilizar algún jabón específico para la limpieza de los párpados. Ten en cuenta, que utilizar un limpiador cualquiera puede irritar la mucosa y provocarte más molestias. También hay toallitas formuladas para que esto no ocurra, además suelen venir en sobres individuales, con lo que se pueden trasportar fácilmente para usarlas cuando lo necesites

Protégete del sol. Como hemos dicho anteriormente, la radiación solar (los rayos ultravioleta) puede ser muy dañinos para los ojos. Los rayos UVA – UVB pueden provocar inflamación en los tejidos oculares y en casos más graves, quemaduras en la córnea o la retina. Además se cree que influye en la formación de cataratas. Por eso es fundamental que utilices unas gafas de sol compradas en tu óptica de confianza. Solo así te aseguras de que cumplan todos los requisitos para proporcionarte la protección adecuada frente a la radiación nociva. El uso de gafas no homologadas o sin protección pueden ocasionar lesiones oculares que, con frecuencia, son irreversibles

Dosifica el uso de dispositivos electrónicos. Cuando tengas que utilizar estos dispositivos intenta bajar la luz de la pantalla, para reducir las molestias. Conviene que siempre haya otra luz en la habitación cuando los usas. Utilizar los dispositivos en una habitación a oscuras, solo con la iluminación que proporciona la pantalla, fatiga la vista y el sistema de enfoque trabaja en unas condiciones de mucho estrés, lo que puede producir molestias o dolor de cabeza. También es recomendable que la vista descanse cada cierto tiempo cuando pasamos muchas horas delante del ordenador o la tablet. Una buena opción es que enfoques un objeto en el horizonte (hasta que lo veas nítido) cada 20 minutos durante 20 segundos. Los ojos también se relajan estando abiertos en oscuridad total durante unos minutos.

Humecta tus ojos. Muchas veces, las molestias oculares están provocadas por la sequedad. Si este es tu caso, debes emplear unas gotas humectantes. Tu Óptico – Optometrista te aconsejará cuál debes utilizar en tu caso.

Acude a tu óptica. Incluso si sigues todos los consejos anteriores al pie de la letra, debes acudir a tu Óptica al menos una vez al año para que tu Optometrista confirme que tus ojos están sanos. En caso de detectar alguna anomalía, el óptico te referirá al oftalmólogo para que te paute el tratamiento adecuado.

Este tipo de rutinas son muy sencillas y muy fáciles de incorporar en  tu día a día.