Las lentillas son la gran salvación para quien no le gusta llevar gafas. Son una alternativa muy cómoda que te permite seguir con tu ritmo de vida mientras corriges tu graduación sin darte cuenta. Pero, para su uso es importante que tengas en cuenta una serie de cuidados. ¿Sabes cuáles son? ¡No te los pierdas!
Cuidado que necesitan tus ojos con las lentes de contacto
Piensa que las lentillas están en contacto directo con tus ojos y por ello debes tener mucho cuidado con la higiene, si están sucias, esa suciedad pasará a tus ojos también. Debes lavarte y secarte bien las manos antes de tocar las lentes. Utiliza un jabón neutro para lavártelas, así evitarás que alguna sustancia química las impregne y después te irrite los ojos
Para limpiar las lentillas, debes utilizar líquidos y jabones especiales. No utilices el agua normal, ya que puede contener bacterias que provocan infecciones oculares. Para una correcta utilización de estas soluciones de limpieza, consulta a tu óptico optometrista.
Cuando vayas a la playa o la piscina, puedes utilizarlas también, siempre que lleves puestas gafas de nadar (goggles) Si las usas sin gafas de bucear corres el riesgo de que en contacto con el agua del mar se te salgan y las pierdas. Ten cuidado también con la arena, ya que si te entra en los ojos te puede ocasionar una dolorosa herida en la superficie ocular. Este consejo no es exclusivo de los usuarios de lentillas, cualquiera que esté en la playa también está expuesto al riesgo de que le entre arena en los ojos.
Si te maquillas, póntelas antes de hacerlo. Si te las pones después, puede que se manchen con el maquillaje y esos restos terminarán en tus ojos provocándote irritación y molestias.
Al quitártelas, límpialas y desinféctalas para tenerlas perfectas para el próximo uso (si no son desechables). También, asegúrate de que en el estuche en el que las guardes está limpio y que has cambiado el líquido. El líquido en el que mantienes tus lentillas debe ser limpio, es decir, antes de quitártelas cambia el líquido del estuche. Así te aseguras que la desinfección es adecuada y previenes que se contaminen con bacterias que pueden provocarte problemas oculares.
Si estás siguiendo algún tratamiento en colirio (para la alergia o algún antibiótico por ejemplo) asegúrate de que puedes utilizarlo con las lentes de contacto puestas. Si tienes dudas pregunta al médico o a tu óptico optometrista para que te aconsejen. A veces es necesario utilizar lágrima artificial cuando llevas las lentillas puestas, sobre todo si notas el ojo seco. En el mercado hay muchas aptas para usar con lentillas, pregunta en tu óptica cuál es la más adecuada para ti.
Nunca duermas con ellas puestas. Al dormir con las lentillas, los ojos no reciben suficiente oxígeno y la córnea se inflama. Al día siguiente verás borroso y es probable que te molesten los ojos por la inflamación. Si llegara a ocurrir por accidente, antes de quitártelas hidrata mucho los ojos (con lágrima artificial) y si están muy pegadas, acude a tu óptica para que te ayuden.
Si durante el uso notas alguna molestia, dolor o que no ves bien, debes acudir a tu óptico optometrista para que compruebe qué está pasando. Puede que necesites un cambio de material o de parámetros y él sabrá cuál es la mejor opción.
Cuida tus lentillas y mantendrás tus ojos sanos. Disfruta de las lentillas y de todas las oportunidades que te brindan.