¿Sabías que 1 de cada 3 problemas de aprendizaje en edad escolar está relacionado con problemas visuales? ¿Y que un 30% de las dificultades de aprendizaje se derivan de problemas de eficacia y percepción visual? Sin embargo, solo 3 de cada 10 niños han acudido a una revisión con un profesional de la visión. Llegó el momento de preparar la vuelta al cole y es importante no olvidar la salud visual de los más pequeños.
Los menores, en muchas ocasiones, no son capaces de saber qué es ver bien o mal, se acostumbran a su condición y su problema visual no es corregido adecuadamente. Por este motivo, son las propias familias y los educadores, los que debemos estar alerta para detectar posibles síntomas y acudir al especialista en caso necesario.
Los síntomas más comunes y fácilmente identificables para saber si un niño puede tener un problema visual son:
– Tiene dificultad para leer la pizarra o la televisión desde lejos.
– Se acerca mucho cuando lee o escribe.
– Se coloca muy próximo a la televisión o a la pantalla de su videoconsola.
– Sufre fatiga visual o cansancio ocular y se frota los ojos, se le enrojecen o pican.
– Experimenta molestias o dolor de cabeza al final del día.
– Entornar los ojos para ver algo lejano.
– Se tropieza frecuentemente o tira objetos sin darse cuenta.
Si has respondido afirmativamente a tres o más respuestas, te recomendamos acudir a tu óptica de confianza para examinar su vista. Hoy en día existen diferentes soluciones adaptadas a cada edad y estilo de vida, que van desde la corrección con gafas o lentes de contacto, hasta la terapia visual, cuando unas gafas no son suficiente. No debemos olvidar la importancia de un adecuado descanso, hacer un uso moderado de los dispositivos digitales, llevar una alimentación equilibrada y practicar actividades al aire libre.
Nuestro equipo de ópticos-optometristas recomienda realizar una revisión una vez al año. Estaremos encantados de ayudarte a cuidar de la salud visual de tu hijo. Somos especialistas en optometría infantil.