Es un tratamiento que está destinado a paliar disfunciones visuales. Consiste en una serie de ejercicios que buscan optimizar las habilidades visuales tales como la divergencia, convergencia, capacidades de estimular o relajar el enfoque, mejorar los movimientos oculares implicados en la lectura o el deporte y trabajar el procesamiento de la información visual a nivel cerebral. Gracias a las últimas investigaciones realizadas en cuanto a la plasticidad cerebral, se pueden obtener beneficios de la Terapia Visual a cualquier edad.

Existen una serie de problemas visuales que pueden ser tratados con la terapia visual:

• Ambiopía: también conocido como "ojo vago". Se produce cuando uno de los ojos no se desarrolla completamente y no consigue alcanzar una agudeza visual al 100%. Las causas de la ambliopía son múltiples pero la más común es la diferencia de graduación entre ambos ojos, lo que provoca que la vía neurológica de uno de os ojos se desarrolle de manera deficiente.

• Estrabismo: se produce cuando uno de los ojos está torcido, es decir, los dos ejes visuales no apuntan al mismo lugar en el espacio. Puede ser constante, cuando siempre hay un ojo desviado, o intermitente, si en algún momento ambos trabajan de manera conjunta. También puede ser siempre el mismo ojo el que se tuerce o puede alternar entre ambos. En ocasiones, solo aparece la desviación en una distancia, de cerca o de lejos. Si es al mirar de cerca donde se tuerce uno de los ojos, los síntomas surgirán sobre todo al realizar tareas de lectura o escritura, pudiendo incluso presentar visión doble en esa distancia. La Terapia Visual Optométrica va a buscar que la coordinación ocular mejore y por tanto la desviación disminuya o se elimine por completo.

• Forias: Es otro problema de visión binocular. Se produce cuando existe una desviación del ojo no evidente pero que produce un esfuerzo y fatiga ocular, especialmente cuando se lee o se mira de lejos al conducir, y la Terapia Visual Optométrica puede restablecer el equilibrio del sistema visual y minimizar los síntomas.

• Disfunción en el sistema de enfoque: Es común pensar en un problema de enfoque a partir de que aparece la vista cansada por la edad. Sin embargo, los niños también pueden tener dificultades para enfocar de cerca o para alternar el foco entre cerca y lejos. Esta habilidad se puede ejercitar y re-equilibrar con la Terapia Visual Optométrica.

• Disfunción oculto-motora: Tener unos movimientos oculares precisos y automáticos es fundamental para que, entre otras cosas, la lectura sea eficaz y el rendimiento en los deportes sea óptimo. Con Terapia Visual Optométrica se puede entrenar esta habilidad para eliminar síntomas y mejorar a todos los niveles.

• Lesión Cerebral: Después de un traumatismo o una contusión cerebral, la vía visual puede resultar dañada y el paciente presenta síntomas que en ocasiones no se manifiestan en las pruebas. Problemas de equilibrio, dificultad para deambular, visión doble... son algunas de las alteraciones que podemos tratar como Optometristas.

Para conseguir un buen resultado, los ejercicios de la Terapia Visual deben estar dirigidos y supervisados por un Optometrista. El tratamiento es individual, ya que cada paciente es único. A medida que avanza la terapia los ejercicios propuestos se adecúan al nivel en el que está el paciente.

Además de los ejercicios realizados bajo el control del Optometrista en las sesiones, también se requiere cierto tiempo de ejercitación en casa. Para ello el especialista le entregara una serie de ejercicios para realizar diariamente.

Durante el tratamiento se realizan evaluaciones para valorar el progreso obtenido por el paciente y se ajustará la terapia a la nueva situación del paciente y a sus nuevos objetivos. El objetivo final es que se eliminen los síntomas y que el paciente incorpore lo aprendido a su vida diaria de manera automática.